En los últimos cuatro años,
meses más, meses menos, ha venido cobrando cierta notoriedad Bubok, una
especie de editorial que a nadie le
cierra las puertas. La originalidad de la iniciativa radica precisamente en
eso, porque las editoriales convencionales le cierran las puertas a casi todo
el mundo. Bubok no lo hace porque no es precisamente una editorial que se
dedique a invertir en la impresión de libros, sus clientes pagan el libro antes
de que éste exista físicamente.
Para ser más precisos, Bubok,
a grandes rasgos, funciona de la siguiente manera: el autor, sea quien sea y
de donde sea y haya escrito sobre el tema que sea, sube a la pagina de Bubok su
obra, le pone al archivo en digital el precio que guste, o lo deja de a gratis,
mientras que al libro en papel lo puede vender tan barato que apenas cubra los
gastos de impresión, y eso viene a ser todo. Aquél que quiera el libro, ya sea
digital o impreso, lo compra en la misma página de Bubok.
Bubok no hace lo que las
editoriales comunes que imprimen miles de volúmenes de un libro y éstos van a
parar a las bodegas de las librerías esperando a que los lectores los compren
en el correr de los años. Bubok sólo imprime un volumen cuando el lector ya
decidió que lo quiere y pagó por él.
Otra de las cualidades de
Bubok es que cualquier autor que lo desee puede trabajar con ellos. Bubok no le
dirá jamás que el libro es malo; es más, Bubok no analizará su libro si no paga
por ello. Y eso es una especie de bendición para los autores que se han pasado
media vida esperando a que una editorial les haga caso.
Pero tanta cosa buena no
podría existir sin un enorme, o descomunal, inconveniente. El hecho de que
Bubok acepte a todos sin discriminar hasta a los autores más malos y los que
suben sus libros sin siquiera corregir las faltas de ortografía, es la razón
por la que la editorial-librería, según sus propios números, no vende casi
nada.
Siendo realistas, no podía
ser de otra forma. Para que una persona invierta su dinero en un libro, es
necesario tener unas cuantas garantías de que éste vale la pena.
Cuando alguien entra a una
librería, se supone que todos -o casi todos- los libros que ve se han ganado la
confianza de una editorial que ha invertido en ellos, y eso le da a entender a
este posible lector que personas capacitadas ya han revisado el libro y les
consta que es bueno.
Bubok lamentablemente no
puede imprimirles esa confianza a sus posibles clientes. Éstos antes de
comprarle uno de sus libros se preguntaran ¿quién es ese autor absolutamente
desconocido?, ¿tendrá aunque sea un poco de talento?, ¿el libro estará bien
escrito?, ¿habrá recibido una adecuada corrección?, ¿enviará Bubok un libro
impreso con la necesaria calidad? Y desgraciadamente nadie puede despejarle
esas dudas al lector, y quien duda, simplemente, no compra.
Esto viene a ser la razón de
que Bubok, aunque tiene mucho que vender, vende bien poco. Pudiera decirse que
demasiado poco. Y eso es una verdadera lastima, porque entre los miles de
libros que ya tiene Bubok a la venta, bien pueden estar algunas obras maestras
que desgraciadamente no tienen las herramientas para transmitir confianza. Y
siendo así, allí se quedaran sin hacer mucho o nada de ruido.
Lo único que Bubok insta a hacer, es bajar los libros que son gratis que
tienen una buena portada, un buen titulo y una buena sinopsis, y quizás entre
ellos uno se encuentre a una maravilla que lo hará pasar muy buenos momentos.
Nunca se sabe.